
- 11 enero, 2022
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- Posted by: lessentia
Son muchos los deseos que pedimos o que nos proponemos cuando empieza un nuevo año. Pero también son otros tantos, los asuntos que queremos que se vayan y limpiar de nuestra vida al finalizarlo.
¿Por qué es a veces tan dificil considerar que tanto lo bueno como lo que no nos lo parece nos hace ser quienes somos?
¿Creéis que hay alguna posibilidad de que este año podamos decir el 31 de diciembre:
¡Soy feliz y agradezco todo lo que tengo y todo lo que he vivido!
Es muy importante ser conscientes de que lo único que persiste en nuestras vidas es el cambio y que el sufrimiento forma parte de la naturaleza mental en cuanto a supervivencia.
Siendo conscientes de ambas partes, si el sufrimiento no es constante gracias al propio cambio, ¿ qué podemos hacer como seres pensantes para mitigar esos estados en los que parece que nada va a ir a mejor y empezar a sentirnos mejor?
Hay muchas lecturas interesantes y fundamentos budistas, por ejemplo, que han opinado al respecto y las conclusiones han sido:
“Deja de querer controlarlo todo”.
“Acepta que las cosas son como son y no como tú quieres”.
“No te aferres a lo que no puede ser”.
“No quieras cambiar el pasado”.
“Acepta que las personas son diferentes a ti o a lo que quieres que sean”.
“Acéptate y ámate siempre”.
Como veis son conceptos muy claros y que sin dudarlo estamos de acuerdo y deseamos que los demás actúen así hacia nosotros.
Entonces, ¿ cómo hacer para que estos pensamientos positivos lleguen a nuestra mente en el momento preciso cuando nos empezamos a sentir mal y sufrimos?
La manera más fácil es mantener una mente apacible, cuidando día a día de nosotros, practicando la relajación.
Las técnicas de meditación, pasear por la playa o la montaña, recibir un masaje o aprender a respirar conscientemente son prácticas maravillosas que aportarán beneficios a nuestro organismo y que cultivarán una mente en paz.
Y todos sabemos que cuando estamos relajados, todo se ve diferente, los días son bonitos, disfrutamos más y sonreímos más.
Os invito a buscar una meditación y empezar hoy tumbados en vuestra cama, cerrando los ojos y respirando por la nariz suave y lentamente.
Deseo que vuestro año sea único y maravilloso, que todo lo que ocurra sea aceptado y podáis agradecer quienes sois y el regalo de la vida.
Un abrazo inmenso familia.